El intento de extorsión llega como un correo electrónico con un PDF adjunto. Cuando se abre, el documento incluye una foto de la casa de una familia y, a menudo, la dirección y el número de teléfono de la persona. Los estafadores afirman que el destinatario ha sido visto en lugares indecorosos en Internet y que pueden destruir esa evidencia, a cambio de una tarifa. Hace años que existen tácticas de sextorsión similares, pero esta última variante ha atraído la atención de las fuerzas del orden de todo el país. Los PDF son particularmente intimidantes por la forma en que aprovechan los datos personales de las víctimas. Ejemplos de dos de las cartas enviadas por correo electrónico vistas por Recorded Future News muestran a un remitente anónimo que le dice al destinatario que lo ha sorprendido viendo pornografía y que revelará ese hecho a todos sus contactos a menos que pague unos 2.000 dólares en bitcoins. El tono es típicamente locuaz, pero siniestro.
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