Tuija Koivisto, gerente del área de bienestar de Finlandia Central, informó que, por la noche del 10 de enero, la mayoría de los problemas ya estaban siendo solucionados. A la mañana siguiente, 11 de enero, confirmó que el disturbio había terminado por completo y que los dispositivos estaban volviendo a su funcionamiento normal, aunque se continuarían revisando algunos teléfonos. En total, alrededor de 2,700 de los 3,000 teléfonos de seguridad habían sido restaurados antes de la medianoche del 10 de enero.
Las interrupciones inicialmente aparecieron de manera leve, con la desaparición de unos pocos teléfonos de las líneas, pero se expandieron rápidamente, causando que casi todos los dispositivos en algunas áreas quedaran inoperativos. Antes de las 21:00 horas del 10 de enero, la situación comenzó a normalizarse, aunque durante el tiempo de la falla, un número considerable de personas hizo uso de los teléfonos de seguridad intentando hacer llamadas, lo que indicaba una posible alarma de prueba en un momento de pánico.
Desde el punto de vista operativo, Koivisto explicó que el sistema se autocontrola y que se pueden identificar los teléfonos de seguridad que están funcionando en tiempo real. Resaltó que los familiares de los usuarios y otros interesados no deberían hacer alarmas de prueba durante tales inconvenientes, ya que eso podría complicar más la situación.
La causa del disturbio ha sido atribuida a una falla generalizada del operador Tele2, que estaba vinculada a problemas técnicos con el sistema de comunicación utilizado por los teléfonos de seguridad. Aunque Koskinen, un representante, mencionó que en ciertos momentos surgen pequeñas averías, esta particular interrupción fue de una magnitud considerable, afectando incluso a otros sistemas de seguridad como pulseras GPS y alarmas de puertas que mostraron retrasos o no funcionaron del todo.
A pesar de la extensión del problema, Koivisto no reportó que la falla causara situaciones peligrosas para los usuarios. Sin embargo, se destacó que siempre existe un riesgo inherente asociado con fallos en sistemas de seguridad. El episodio, que tuvo repercusiones en varias regiones nórdicas, reveló la vulnerabilidad de estos dispositivos a interrupciones en el tráfico telefónico, lo que podría llevar a revisar las relaciones contractuales y los sistemas con el operador Tele2 debido a las crisis que generó.
Por último, se realizaron esfuerzos para aclarar la situación, verificando las alarmas recibidas durante el período de falla, a través de visitas o llamadas a los usuarios. El evento culminó con un resumen de la evolución hasta uno de los momentos críticos y la confirmación de que el disturbio había terminado, según las últimas actualizaciones.
Esto pone de manifiesto la importancia de un sistema de seguridad confiable y la necesidad de robustecer las comunicaciones que soportan estos dispositivos, especialmente en un entorno donde la seguridad es primordial.
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