Uno de los casos más notorios involucró a una mujer francesa que creyó haber estado en una relación en línea con Brad Pitt durante más de un año. El estafador usó imágenes del actor y un clásico esquema de fraude, afirmando estar gravemente enfermo y pidiendo que la mujer cubriera los costos de envíos de regalos, lo que resultó en un desfalco de aproximadamente $850,000. Este engaño se basó en el contacto frecuente, fotos manipuladas y mensajes de una falsa madre de «Brad Pitt», creando una narrativa de relación y necesidad económica.
Además del fraude romántico, hay una preocupación creciente por la «sextorsión». Este tipo de fraude se manifiesta típicamente a través de amenazas de difundir información íntima o imágenes de una pareja, a menudo accediendo a datos a través de engaños. Los estafadores pueden afirmar tener evidencia de una infidelidad y ofrecerla a cambio de un pago, utilizando enlaces maliciosos que pueden comprometer la seguridad de los datos del víctima. Otras variaciones modernas incluyen crear vídeos de «deepfake» que amenazan con ser distribuidos a menos que se realice un pago, poniendo a las víctimas en una posición desesperada y vulnerable.
El estudio de 2024 reveló que una tercera parte de las personas encuestadas almacenan imágenes íntimas, y una de cada cuatro comparte estas fotos sin tener en cuenta los riesgos. Esto indica una falta de conciencia sobre la privacidad digital. Inclusivo, muchos no se percatan de que pueden ser víctimas de su propia pareja, como una mujer que fue grabada en secreto por su esposo y cuyas imágenes fueron compartidas públicamente.
Otro aspecto de esta problemática se presenta en las relaciones marcadas por la celosía. Algunas parejas recurren a software espía para monitorear las actividades de sus seres queridos. Un caso viral incluyó a una mujer que recibió un teléfono inteligente como regalo, solo para descubrir que su novio lo había equipado previamente con spyware para rastrear su ubicación y conversaciones. Dicha tecnología es accesible y suele disfrazarse de aplicaciones de control parental, lo que la hace difícil de detectar.
Para protegerse de estos fraudes y peligros, es crucial adoptar medidas preventivas. Primero, al usar aplicaciones de citas, es recomendable crear perfiles privados y tener cuidado al compartir información personal. También es esencial asegurar los dispositivos con contraseñas fuertes para evitar el acceso no autorizado. Además, aprender a identificar imágenes manipuladas con inteligencia artificial puede ser una herramienta valiosa para detectar fraudes.
Finalmente, nunca se debe ceder ante las demandas de los estafadores, especialmente aquellos que amenazan con liberar contenido íntimo o vergonzoso. Es importante recordar que estos engaños son simplemente tácticas para extorsionar.
En resumen, la combinación de estafas románticas y sextorsión resalta la importancia de la educación sobre la seguridad digital. La autoprotección y la conciencia son vitales para navegar un mundo cada vez más complejo y amenazante en materia de relaciones y privacidad en línea. La tecnología puede ser una herramienta poderosa, pero también puede ser utilizada en nuestra contra, por lo que es esencial estar informados y ser cautelosos.
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