La ausencia de ponentes estadounidenses significó que, aunque empresas tecnológicas estadounidenses como Google, Cloudflare, Crowdstrike y Fortinet fueron reconocidas como socios de la conferencia, solo Sandra Joyce, de Mandiant, abordó el evento. El resto de las charlas estuvo dominado por expertos europeos en ciberseguridad. Joyce mencionó que Mandiant ha estado presente desde los inicios del conflicto y seguirá apoyando a Ucrania, pero el papel de Estados Unidos en la lucha contra las amenazas cibernéticas rusas fue apenas elucido en las discusiones.
Anton Demokhin, viceministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, comentó que la falta de representación estadounidense reflejaba la postura actual de EE. UU. sobre tales eventos, sugiriendo que el futuro de su cooperación estratégica dependería de la evolución de las relaciones con la nueva administración estadounidense. Aunque se prevé un diálogo cibernético entre Ucrania y EE. UU. para finales de 2025, el alcance de la ayuda estadounidense ha sido crucial, al proporcionar financiamiento que permitió a Ucrania adquirir equipos esenciales para proteger sus redes contra ciberataques rusos.
A pesar de la importancia del apoyo internacional, los expertos ucranianos, como Natalia Tkachuk, destacan la necesidad de cambiar el enfoque de cooperación. Tkachuk enfatiza que Ucrania aporta una experiencia única en ciberoperaciones ofensivas, instando a formar un marco colectivo de ciberseguridad europea que incluya una colaboración más activa y efectiva. Durante la conferencia, Oleksandr Potii, presidente del Servicio Estatal de Comunicaciones Especiales y Protección de la Información, manifestó el compromiso de Ucrania de expandir su cooperación internacional y contribuir al fortalecimiento de la ciberseguridad global.
En un paso hacia esta cooperación, Potii firmó un memorando de entendimiento con Luca Tagliaretti, director ejecutivo del Centro Europeo de Competencia de Ciberseguridad, estableciendo un marco para el intercambio de información y experiencia en ciberseguridad. Esto contrasta con el año anterior, cuando Ucrania firmó un acuerdo similar con Estados Unidos, lo que resaltaba una conexión más fuerte entre los dos países en ese momento.
A medida que la ciberseguridad se convierte en un componente cada vez más crítico de la defensa nacional y la seguridad internacional, Ucrania se posiciona no solo como receptora de asistencia, sino también como un actor que puede aportar conocimientos y datos valiosos en el ámbito de la defensa cibernética. La consecución de este objetivo requiere esfuerzos conjuntos y una voluntad de colaborar de manera más profunda y estructurada en asuntos de ciberseguridad.
En resumen, el cambio de dinámica en la conferencia de ciberseguridad de este año refleja una transición en el apoyo internacional hacia Ucrania, con un enfoque creciente en Europa y una búsqueda de colaboración más estratégica. A medida que las relaciones con EE. UU. evolucionan, Ucrania continúa buscando maneras de fortalecer sus capacidades defensivas y contribuir a una seguridad cibernética colectiva en Europa.
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