La revisión de defensa del gobierno, que se espera sea publicada el 2 de junio, se realiza en un contexto de creciente preocupación por la guerra y por ataques cibernéticos que afectan no solo a la defensa, sino también a la economía y la vida cotidiana de los ciudadanos británicos. El secretario de defensa, John Healey, ha destacado que la naturaleza de los conflictos está cambiando rápidamente, y que las lecciones extraídas del conflicto en Ucrania resaltan la necesidad de que las fuerzas armadas sean más conectadas y capaces de innovar a un ritmo que supere al de sus adversarios.
El MOD ha establecido que parte de la solución para enfrentar estos desafíos incluye iniciativas como el reclutamiento acelerado para roles cibernéticos especializados. En este contexto, se ha anunciado un programa que permitirá a los nuevos reclutas recibir sólo cuatro semanas de entrenamiento básico, en lugar de las diez habituales, antes de pasar a un curso de tres meses de habilidades cibernéticas militares. Sin embargo, el reclutamiento sigue siendo un desafío significativo, tal como advirtió el general Sir Jim Hockenhull, quien reconoció que el ejército británico podría estar perdiendo la «batalla por el talento digital».
El nuevo comando, expuesto en la revisión estratégica de defensa, se encargará de optimizar la experiencia acumulada en la guerra electromagnética de todas las fuerzas armadas, reorganizando la estructura existente en lugar de crear capacidades nuevas. Esto permitirá a las fuerzas británicas «aprovechar y mantener la iniciativa» en el ámbito militar, mejorando su capacidad para ejecutar tareas como el control y degradación de señales, así como interrumpir comunicaciones enemigas.
Hockenhull también señaló que los años de despliegue en Irak y Afganistán han llevado a una desconexión del enfoque en capacidades en el dominio electromagnético, a excepción de ciertos elementos de nicho. Su advertencia se centra en que, si no se protege adecuadamente esta área, se ponen en peligro sistemas estratégicos valiosos y su efectividad en la batalla. Además, hizo hincapié en que las operaciones rusas en Ucrania ilustran cómo se integran tácticas cibernéticas y electromagnéticas en acciones militares tradicionales, sugiriendo que el ejército británico debe aprender de estas observaciones.
Un aspecto crítico para el éxito del nuevo comando será superar la tendencia de operar en compartimentos y mantener un alto nivel de secreto, lo que dificulta la integración efectiva. Hockenhull planteó la importancia de garantizar que las capacidades disponibles se integren adecuadamente en los planes de los comandantes, ya que sin esta garantía, las capacidades cibernéticas podrían verse subutilizadas.
En resumen, la creación de este nuevo comando militar refleja un esfuerzo significativo del Reino Unido para adaptarse a un entorno bélico en evolución, priorizando la ciberseguridad y la guerra electrónica en su estrategia de defensa. Con el contexto actual de amenazas cibernéticas constantes y la necesidad de renovación en capacidades militares, esta iniciativa podría permitir que las fuerzas británicas actúen con mayor rapidez y efectividad en el futuro. La integración de capacidades en el ámbito cibernético y electromagnético será vital para enfrentar los retos contemporáneos en la defensa nacional.
Enlace de la fuente, haz clic para tener más información