Los cargos de fraude de alambre conllevan una sentencia máxima de 20 años, mientras que el cargo de robo de identidad agravado asegura un mínimo de dos años. Además, Urban enfrentará una multa que podría ascender a más de un millón de dólares y tendrá que hacer una restitución de más de 13.2 millones de dólares a 59 víctimas, de las cuales se roba un total de aproximadamente 3.5 millones de dólares durante un periodo que abarca desde agosto de 2022 hasta marzo de 2023.
Las autoridades confiscaron más de 3 millones de dólares en criptomonedas, además de otros bienes como efectivo, joyas y seis relojes, durante un allanamiento en su residencia. Urban aceptó perder todas estas posesiones como parte de su resolución. Su arresto se produjo el 9 de enero de 2024, momento en el que estaba en un Airbnb y se descubrió que estaba descargando herramientas para robar información de cuentas.
Los investigadores encontraron contraseñas de las víctimas y credenciales de billeteras robadas en su computadora, así como un historial de navegación que indicaba sus intentos de acceder a las cuentas de correo electrónico de las víctimas. Urban era conocido por operar con seudónimos como «Sosa», «Elijah», «Gustavo Fring» y «King Bob». Su participación en el grupo Spattered Spider sugiere que se unió después de que la organización comenzó sus operaciones, según las acusaciones de California que datan de 2021.
El método de «intercambio SIM» que utilizaba Urban consiste en engañar a los operadores móviles para que transfieran el número de teléfono de una víctima a una SIM controlada por el criminal. De esta manera, el delincuente puede interceptar códigos de autenticación de cuentas, especialmente aquellas que utilizan autenticación de dos factores basada en mensajes de texto, facilitando el acceso a cuentas de criptomonedas y otros servicios financieros.
Urban es uno de cinco coacusados en el caso. Los otros nombres involucrados son Ahmed Hossam Eldin Elbadawy, Evans Onyeaka Osiebo, Joel Martin Evans y Tyler Robert Buchanan, todos también de veintitantos años y residentes en distintos lugares de Estados Unidos y el Reino Unido. Aunque no hay evidencia directa que vincule a este grupo con ataques de ransomware específicos, se sospecha que han estado detrás de incidentes significativos, como los ataques contra MGM Resorts y Caesars Entertainment, además del incidente de cadena de suministro de Okta.
En resumen, el culpable de Urban y su vinculación con las actividades del grupo Spattered Spider revelan la complejidad y el creciente riesgo del cibercrimen, donde técnicas sofisticadas de engaño son empleadas para defraudar a individuos y organizaciones. Con sentencias que pueden superar las tres décadas y multas millonarias, el caso de Urban resalta la severidad con la que las autoridades están tratando estos delitos en un mundo cada vez más digitalizado.
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