En esa fecha, Siemens envió a VMware una lista de software que había usado y solicitó que VMware aceptara una orden de compra para el mantenimiento y soporte de esos productos. Sin embargo, VMware alega que la lista presentada por Siemens incluía implementaciones que superaban considerablemente el número de licencias adquiridas por la empresa. Siemens, por su parte, insistía en la precisión de la lista y amenazó con acciones legales si VMware no proporcionaba el soporte correspondiente.
VMware notó que la lista contenía software no licenciado y comunicó a Siemens sus hallazgos. La empresa alemana, en lugar de aceptar esto, mantuvo que su lista era correcta. además, se sintió con motivos para demandar a VMware debido a la opción de renovación de apoyo anual que creía haber ejercido, en un contexto en el que la empresa de virtualización había accedido a ofrecer soporte temporal durante 30 días bajo protesta.
En octubre, Siemens intentó retractarse de la lista original y presentarla nuevamente, acercándola a sus registros con VMware. Sin embargo, la demanda afirma que Siemens no justificó de manera creíble por qué había insistido previamente en la validez de la lista de septiembre, si no reflejaba su uso real del software.
Otro punto de conflicto se dio cuando VMware criticó a Siemens por no permitir una auditoría de software. Esto contrasta con otros clientes que han cooperado en auditar sus implementaciones sin objeciones. Debido a la falta de claridad sobre el uso del software por parte de Siemens y la preocupación por el uso no autorizado, VMware optó por llevar el asunto ante los tribunales.
La demanda se presentó pocos días antes de que VMware anunciara cambios en cómo los clientes descargan sus productos, con la intención de mejorar la seguridad y control de descargas mediante un sistema de «token de descarga». Este cambio podría ayudar a VMware a rastrear el uso de su software por parte de clientes como Siemens, facilitando el cumplimiento de licencias.
Adicionalmente, VMware ha considerado imponer un nuevo requisito que obligará a los clientes a adquirir un mínimo de 72 núcleos al comprar licencias para sus soluciones vSphere Standard y Enterprise Plus. Este cambio ha sido percibido negativamente por pequeñas empresas que operan con servidores que no cumplen con este nuevo mínimo, enfrentándose a la obligación de pagar por capacidades de software que no pueden utilizar efectivamente.
Finalmente, VMware anunció ajustes en su conferencia anual, limitando el evento de Las Vegas a cuatro días y reduciendo la duración de encuentros en otras ciudades a uno o uno y medio días, lo que marca un cambio significativo en su estrategia de eventos corporativos.
Este conflicto legal entre VMware y Siemens es representativo de la tensión en la industria del software en torno al uso y licenciamiento, resaltando la importancia que las empresas otorgan al cumplimiento de las normativas de software y la necesidad de manejar adecuadamente las relaciones comerciales en un entorno de tecnología cada vez más competitivo.
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