Para reconocer y evitar caer en estas estafas, es crucial verificar la autenticidad del mensaje. Primero, revise la dirección de correo electrónico del remitente, que a menudo contiene errores tipográficos o difiere de la dirección real del proveedor de servicio, aunque el campo del remitente pueda parecer legítimo. La detección de errores de escritura y discrepancias en el contenido es esencial, ya que los estafadores tienden a no mantener el mismo estándar de calidad que las empresas auténticas.
Además, es importante tener precaución con los enlaces y archivos adjuntos en los mensajes. Los ciberdelincuentes pueden incluir archivos que contienen malware o enlaces a sitios fraudulentos. Se recomienda no abrir archivos adjuntos de remitentes desconocidos ni hacer clic en enlaces sospechosos.
Otra táctica común de phishing implica el uso de cuentas de redes sociales comprometidas. Muchas veces, los estafadores envían mensajes desde cuentas hackeadas, pidiendo a los contactos que participen en sorteos falsos. Este tipo de mensaje puede solicitar un número de teléfono, seguido de un código de confirmación que, al ingresarlo, le da al estafador acceso a la cuenta de la víctima mediante la autenticación de dos pasos.
Si recibes un mensaje que parece extraño de un contacto conocido, es recomendable investigar su autenticidad contactando a la persona por otros medios antes de actuar.
Para proteger tus cuentas de redes sociales, considera implementar varias medidas de seguridad: utiliza contraseñas seguras y únicas para cada servicio y activa la autenticación de dos pasos para añadir una capa extra de protección. Estas prácticas pueden ayudar a mitigar el riesgo de ser víctima de ataques de phishing y garantizar la seguridad de tu información personal en línea.
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